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Viajes a Bruselas, capital de Europa y Bélgica

Bruselas es la capital de Bélgica y está situada en el centro del país, siendo al mismo tiempo la capital de la Unión Europea.

Destaca por su arquitectura y sus museos que se tienen como los mejores de Europa; así como por su centro medieval, sorprendentemente conservado, y su gran animación nocturna.

La ciudad se divide en dos zonas diferenciadas: la Ciudad Alta y la Ciudad Baja, concentrándose mayoritariamente las zonas residenciales más caras de la ciudad en la Ciudad Alta.

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El centro de la ciudad, por su parte, lo constituye fundamentalmente la Ciudad Baja, con el núcleo medieval en torno a la Grand Place, corazón de Bruselas y para muchos una de las mejores plazas mayores de Europa. Ha sido el núcleo comercial de la ciudad desde la Edad Media, a pesar de que los únicos edificios de la época que subsisten son el Hôtel de Ville (Ayuntamiento) y una lonja gremial. El resto lo destruyeron los franceses en el bombardeo de 1695.

El Ayuntamiento es de estilo gótico brabanzón y está coronado por una estatua de bronce de San Miguel aplastando la figura del demonio con un pie. En la puerta de acceso hay representaciones de los profetas y figuras femeninas. En el interior hay excelentes tapices de Bruselas y Mechelen, estando los más hermosos en el Salón Gótico, donde se dan frecuentemente recitales y conciertos de cámara.

Se pueden visitar diferentes salas oficiales, pero la más impresionante es la cámara del concejo. Data del siglo XVI, y está decorada con molduras cubiertas de pan de oro, tapices descoloridos y suelo de roble.

Sin embargo, lo más característico de la plaza son los edificios gremiales. Fueron construidos poco antes del bombardeo en un barroco italo-flamenco.

El más impresionante es la Maison du Renard (nº 7), correspondiente al gremio de los merceros, cuya fachada está decorada con bajorrelieves de querubines jugando con objetos de mercería y un zorro dorado. El edificio lo corona una estatua de su patrón, San Cristóbal.

Justo al lado (nº 6) está la Maison du Cornet, construida por los barqueros y cuyo último piso tiene forma de popa de barco. El nº 1-2, corresponde a la Maison du Roi d’Espagne, edificio que perteneció al gremio de panaderos. Está decorado con un relieve en honor de Carlos II de España y coronado por una cúpula sobre la que se apoya la figura de la Fama.

El lado norte lo ocupa mayoritariamente la neogótica fachada de la Maison du Roi. El edificio es una reconstrucción de otro del siglo XVI y actualmente alberga el Musée de la Ville de Bruxelles. En él, se muestra un resumen de la historia de Bruselas y una colección de trajes que los dirigentes de varios países regalaron al Manneken Pis.

Enfrente se encuentra la Maison des Brasseurs única casa que todavía pertenece al gremio original, el de los cerveceros. Muy cerca, por si deseamos hacer un alto en el camino, se encuentra el Quartier de l’Illot Sacré, el más animado de Bruselas repleto de bares y restaurantes.

Otros edificios importantes de la Ciudad Baja son: El Théâtre de la Monnaie (en la place del Monnaie), palacio de la ópera de la ciudad; la iglesia de Notre Dame de la Chapelle, construida en estilo gótico y que es la iglesia más antigua; las Galeries St-Hubert, construidas en 1847 y que tienen el privilegio de ser las primeras galerías comerciales cubiertas del mundo; y Manneken Pis, una estatua diminuta de un niño orinando y de la que la tradición dice que encarna “el espíritu irreverente” de la ciudad. Es uno de los puntos de la ciudad que más turistas atrae.

La ciudad alta, por su parte, se caracteriza por un estilo totalmente distinto que el resto del centro. En esta zona se ubican el parlamento belga, los ministerios, algunos de los museos más importantes y las tiendas más elegantes.

Siguiendo la rue de la Montagne, se llega hasta la Catedral (Cathédrale St-Michel et Ste-Gudule), una hermosa construcción gótica en la que destacan sus soberbias vidrieras del siglo XVI.

Al sur está el Mont des Arts, un conjunto de edificios dedicados a actividades relacionadas con el arte que desemboca en las siempre elegantes Place y rue Royale, corazón de la ciudad alta donde se alza el Palace du Roi. La plaza es de bellas proporciones y está construida en estilo Luis XVI.

El palacio, construido a principios de siglo por Leopoldo II, abre al público en agosto, y su visita permite contemplar sus suntuosas habitaciones y varios tapices de Goya.

Justo delante está el Parc de Bruxelles, el más céntrico y que fue coto de caza antiguamente.

La place du Gran Sablon, es el centro de uno de los barrios más ricos de la ciudad. En esta zona se encuentran el inmenso Palais de Justice y una hermosa plaza de piedra la Place Louise, donde están las tiendas más caras de la ciudad.

De la multitud de museos que hay en la capital destacan los siguientes:
El Musée d’Art Ancien (museo de arte antiguo) que alberga obras de los antiguos primitivos del siglo XV, siendo la obra de Pieter Bruegel la más sobresaliente, así como una colección de Rubens y otra de Jacques-Louis David.

El nuevo Musée d’Art Moderne al que se accede a través de un pasaje subterráneo y donde se puede comprobar como los pintores belgas han reinterpretado los movimientos artísticos más recientes; y el Musée Instrumental (museo de instrumentos musicales), que contiene más de 4.000 instrumentos y es uno de los mayores del mundo.

Por último señalar que al norte del cinturón interior, está Laeken ( al que se accede con tranvía o con metro), lugar donde se encuentra la actual residencia de los reyes belgas en Bruselas. Allí hay un gran parque público construido en el siglo XIX por Leopoldo II. Se le conoce principalmente por el Atonium, una reproducción a gran escala de una estructura molecular construida con motivo de la Exposición Universal de 1958.